Benito Pablo Juárez García fue Presidente de México de 1858 a 1972 y durante este periodo se le reconocen muchos éxitos que marcaron la vida del país desde entonces; uno de ellos es la promulgación de las Leyes de Reforma.

Estas leyes introdujeron toda una reconfiguración de la vida pública y privada de los mexicanos, porque establecieron la separación de la Iglesia y el Estado, la nacionalización de bienes eclesiásticos, el matrimonio civil y la libertad de cultos.

Sin embargo, siendo estos algunos de los logros más emblemáticos de Benito Juárez, existe una faceta poco conocida y es la de escritor, un anhelo que muchos otros presidentes también abrazaron replicándolo.

Es así como una visión muy importante de Benito Juárez nos la da él mismo en su libro “Apuntes para mis hijos”, porque aquí el Benemérito de los Américas narra diversos episodios de su vida, así como los sucesos históricos de México en los que participó.

Con este párrafo inicia su libro; te sugerimos adquirir la Primera Edición (1972) de la Comisión Nacional para la Conmemoración del centenario del fallecimiento de Benito Juárez, cuyo prólogo fue escrito por Andrés Henestrosa, otro ilustre oaxaqueño.

El manuscrito original de “Apuntes para mis hijos” se guardó en los archivos de Pedro Santacilia (1834-1910), quien fue un escritor, periodista y poeta liberal cubano nacido en Santiago de Cuba; conoció a Juárez en Nueva Orleans, cuidó a la familia del Benemérito de las América, se sumó a la causa liberal y luego se casó con una de sus hijas.

Años más adelante “Apuntes para mis hijos” fue donado al Gobierno de México, obra que es una conversación íntima, un relato conmovedor, un repaso de la vida de Benito Juárez en primera persona, es un diálogo imaginario con uno de los próceres más connotados.