La prolífica carrera de Rommel Pacheco en la disciplina de los clavados no tiene parangón, aunque le faltó ganar una medalla olímpica; fue, en cambio, un atleta destacado en Copa Mundial y Juegos Panamericanos. De ahí, un saltó a la política y ahora a la Conade.

En política Rommel optó por el PRI como su primera experiencia a partir de 2011, no como militante, sí como un abierto simpatizante, durante la administración de Ivonne Ortega en su natal Yucatán.

Una vez retirado del deporte, tras su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Rommel se enroló con el PAN, partido con el que ganó en el proceso electoral de 2021 y se convirtió en diputado federal por el III Distrito Electoral Federal de Yucatán. Formó parte de la LXV Legislatura del Congreso de la Unión y desde esa posición fue un crítico constante de la administración de Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade.

En 2023 buscó repetir en un cargo público, pero ahora en Yucatán; al no lograrlo vía el PAN, cultivó una buena y cercana relación con la candidata presidencial morenista Claudia Sheinbaum, con lo que nuevamente cambió de colores, ahora apuntando a la Cuarta Transformación. Se hizo defensor de los ideales morenistas y contendió por la alcaldía de Mérida el domingo 2 de julio.

No pudo ganar con la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, quedando en segundo lugar, con el 38.9189 por ciento de los votos. Sin embargo, un encargo relevante ya lo esperaba. Se convertiría en el relavo de Ana Gabriela Guevara en la Conade.

Los retos de Rommel en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte no son pocos ni se resolverán en un sexenio; al deterioro de las instalaciones en el país, el problemático esquema de asignación de becas y el estancamiento, en general, del deporte mexicano, que solo arrasa en los Juegos Panamericanos, se suma algo mucho más relevante: la ausencia de un plan transexenal de desarrollo. No lo hay y no lo habrá, porque las asociaciones están cooptadas y porque para el Gobierno Federal nunca ha formado parte de su agenda de prioridades más allá de la retórica.