Autismo femenino
Autismo femenino
Hoy en día es preocupante ver cómo la falta de información y conocimiento genera inseguridades y juicios en la sociedad hacia las personas con autismo y los familiares que los rodean. Esta misma falta de comprensión y empatía exacerba los desafíos que ya son inherentes a la vida de las personas con esta condición.
Hace un par de semanas comencé a leer un libro bastante interesante, específicamente enfocado en el TEA (Trastorno del Espectro Autista) en mujeres, sinceramente pienso que, como mujeres, cada día es una lucha constante en la que nos enfrentamos a diferentes cambios hormonales, los cuales en ocasiones determinan nuestro estado de ánimo.
Durante nuestra supervivencia, la salud de las mujeres se ha visto perjudicada debido al enfoque predominante en estudios e investigaciones centrados en la salud del sexo masculino, el empeño en querer reconocer las diferencias entre la anotomía masculina y femenina, ha generado una idea errónea en la comprensión del autismo en las mujeres, creyendo que los síntomas y características de esta condición es la misma para ambos sexos. (Santorine, Autismo femenino: El sonido del silencio, 2024)
Actualmente las mujeres que viven dentro del espectro autista enfrentan desafíos difíciles de comprender y son, a menudo, subestimados. Los síntomas y características en ocasiones pueden ser menos obvios o diferentes de los típicamente asociados con los que presentan los hombres, lo que puede llevar siempre a obtener un mal diagnóstico, lo cual genera bastante preocupación. Es aquí donde hago la pregunta de siempre, ¿porqué las pruebas para diagnosticar el autismo son de manera estandarizada sin sentido de distinción en el género?
Durante mucho tiempo, el autismo se ha asociado en gran medida en el sexo masculino, dejando de lado las experiencias de las mujeres dentro del espectro, sin embargo, a medida que se va generando conciencia sobre este tema, se empieza a reconocer que el sexo femenino también está presente en el autismo, aunque no de la misma manera, sino única y menos notoria.
La falta de conocimiento en como se manifiesta esta condición del autismo en las mujeres ha generado una serie de desafíos, lo cual puede llevar a que enfrenten dificultades para buscar un buen diagnóstico y apoyo adecuado, lo que da como resultado la falta de comprensión en sus necesidades específicas. Además, las mujeres diagnosticadas con esta condición pueden enfrentar estigmas de género adicionales, como las expectativas de ser más “emocionales” o “sociales”, lo que puede resultar más complicado para ellas.
Así mismo es de reconocer que las mujeres con autismo se caracterizan por tener intereses y habilidades muy específicas, las cuales las hace únicas para poder procesar e interactuar con el mundo que las rodea. Comprender y valorar estas diferencias es esencial para crear entornos y sistemas de apoyo más inclusivos. Es fundamental reconocer y honrar la diversidad de experiencias dentro del espectro, con la finalidad de asegurar que todas las voces sean escuchadas y, con ello, que sus necesidades sean apropiadamente cubiertas.
Importante
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y no necesariamente reflejan la postura editorial de Oaxaca Informa.
Irma E. Rosales
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