La Final: fortalezas y debilidades
La Final: fortalezas y debilidades
El jueves 23 y domingo 26 se jugará la serie final entre América y Cruz Azul; el equipo de André Jerdine ha sido un formidable contendiente, no solo porque ganó el título de la Liga MX del Torneo Apertura 2023, no solo porque es finalista del Clausura 2024, también porque es el equipo que más puntos acumuló (75) en el año deportivo 2023-2024.
Le sacó de ventaja al segundo lugar, Rayados de Monterrey, que se quedó en las Semifinales del Clausura 2024, eliminado por Cruz Azul, el otro finalista que entre jueves y domingo definirá al campeón contra las Águilas.
En la constancia, el conocimiento del sistema de juego y la experiencia acumulada de Jardine radican las fortalezas del América; el brasileño ha sabido manejar un equipo lleno de estrellas, ha logrado armonizar un vestuario complicado y ha sabido lidiar con el peso de dirigir a uno de los equipos más populares del país, una camiseta que pesa sobremanera.
Sin embargo, en el desgaste natural de todo aquello que es una virtud es posible que encuentre su debilidad más acentuada, cuando su antípoda en la Final llega con la frescura de una propuesta que de partido a partido, de un primer tiempo a un segundo se puede tornar indescifrable.
En ese contexto irrumpe el Cruz Azul del argentino, que con sus 38 años de edad ha demostrado una gran capacidad de aprendizaje, adaptabilidad y flexibilidad para variar estilo y esquema, lo que no es fácil en un futbol (el mundial), en el que los dogmas son la regularidad, síndrome –por ejemplo- del lavolpismo (materia de otra columna), en su incapacidad para reinventarse para evolucionar.
Lo de Anselmi ha sido fantástico; sin rubor ha sabido capaz moverle al equipo, cambiar esquemas, sin renunciar al resultado. Se habla del segundo tiempo contra Rayados del Monterrey, en la Semifinal de Vuelta y hay quienes lo definen como una debilidad: se quedó a un gol de perder el boleto a la Final.
No. Es una fortaleza. Anselmi entendió que era momento de cerrarse al juego, de aguantar el marcador y apostarle a su defensa. Al final le alcanzó, el tiempo y los goles conseguidos por mérito propio le dieron el boleto. Nadie le regaló nada. El domingo tendremos campeón.
Importante
Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión
y no necesariamente reflejan la postura editorial de Oaxaca Informa.
Héctor
González-Villalba
Columnas más leídas:
Rommel Pacheco, salto al abismo de la Conade
París, mejor que Tokio; mal, como siempre
La mejor decisión, la peor decisión
El ascenso-descenso no volverá
¿Qué sucedió con Ravens?
La Liga MX, en el espejo de Javier Milei
Últimas columnas
El juego en el agua: beneficios en los niños con autismo
María del Pilar Roldán: la mosquetera mexicana
Nueva embestida del IMPI a la ampliación de la Denominación de Origen Mezcal
La reconfiguración del sistema nacional de transparencia: implicaciones de la nueva Ley General en los municipios de Oaxaca
Indian Wells 2025:
la consolidación de dos nuevas estrellas
La mejor decisión, la peor decisión
Nuestros colaboradores
