El Papa, de 88 años, sigue en estado crítico y el pronóstico es reservado, a decir de la comunicación oficial de la sede de le fe católica; de tal manera que el Obispo de Roma completó la segunda semana de hospitalización.

El equipo médico especializado que lo trata había precisado el viernes 21 por la tarde, en rueda de prensa, que un comunicado largo en general significa que la evolución del estado de salud del sumo pontífice no es buena.

“¿Está el papa fuera de peligro? No, el papa no está fuera de peligro”, dijo entonces el doctor Sergio Alfieri a los periodistas en el hospital romano de Gemelli, donde está ingresado el papa.

La gravedad de la situación ha obligado al Vaticano a confirmar que el Papa Francisco no oficiará el tradicional Angelus del domingo ni participará en ninguna celebración religiosa durante el Año Santo.

Esta decisión subraya la preocupación por su salud y la necesidad de priorizar su recuperación en este momento crítico. De esta manera el Papa seguiría seguramente hospitalizado toda la semana que viene y, por segunda vez consecutiva.

La actual es la cuarta hospitalización del jefe de la Iglesia católica desde el año 2021; su nueva condición frágil reavive la preocupación por la salud del argentino, ya debilitado por una serie de problemas en los recientes años, desde operaciones de colon y del abdomen hasta dificultades para andar, por lo que ha venido usando una silla de ruedas.

El problema es a tal grado que se cuestiona que Jorge Bergoglio, líder espiritual de mil 400 millones de católicos en el mundo y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, sea capaz de continuar al frente del cargo. Se sabe que, como parte del protocolo sucesorio, existe una carta en la que anuncia su renuncia, pero no es más que una etapa requerida, por lo que haría falta “activarla” para hacerla efectiva, lo que hasta ahora no ha sucedido.