Estados Unidos atacó tres instalaciones nucleares de Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. Así lo informó el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con lo que este país se une oficialmente, y de manera directa, al conflicto Israel-Irán.

El ataque supondría una arriesgada apuesta de Estados Unidos para debilitar a un antiguo enemigo, en medio de la amenaza de represalias de Teherán, que podría desatar un conflicto regional más amplio.

“Todos los aviones regresan sanos y salvos a casa”, agregó Trump en Truth Social e informó que se lanzó una “carga completa de bombas” en la instalación iraní localizada en Fordow.

Funcionarios estadunidenses e israelíes han afirmado que los bombarderos furtivos de Estados Unidos y una bomba antibúnkeres de 13 mil 600 kilogramos que sólo ellos pueden transportar, ofrecían la mejor oportunidad de destruir instalaciones fuertemente fortificadas, vinculadas al programa nuclear iraní y enterradas a gran profundidad.

Por la noche de este sábado Trump reiteró en un mensaje oficial que “las centrales nucleares de Irán están completamente destruidas”, y que, por tanto, “deben hacer la paz si no quieren ataques mayores”, en alusión a los gobernantes iraníes.

Además, Donald Trump felicitó a los pilotos estadunidenses que realizaron esa operación “como no se veía en décadas".