Un sismo de 5.6 con epicentro en el Valle de Tlacolula de Matamoros dejó heridos y el corte de suministro de energía eléctrica en la capital del estado, así como la interrupción de la red de Internet.

El movimiento telúrico se registró a las 12:05 del día intenso, aunque no causó que se activara el sistema de alerta sísmica. Los lesionados se reportaron en la zona del Centro Histórico por la caída de cornisas y tejas, por lo que al menos un hombre y una mujer fueron atendidos por los cuerpos de emergencia al reportar descalabros.

Por este acontecimiento el Gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, informó vía redes sociales que personal especializado y brigadas de protección civil fueron desplegados en las ocho regiones para atender a personas en riesgo y revisar la infraestructura pública y privada que pudo haber reportado daños.

Preliminarmente se reporta deslizamiento de tierra en el Cerro del Fortín, sin que hasta el momento se haya dado un parte oficial sobre este hecho.

Manuel Maza, coordinador de Protección Civil de Oaxaca, dio a conocer que por ahora solo contaban con el reporte de un herido por el sismo, así como daños menores en infraestructura y viviendas; dijo además que el sismo fue superficial y abundó que continúa la revisión y monitoreo regional.

Protección Civil de Oaxaca también aclaró que su sistema de alerta sísmica “no presentó fallas, toda vez que el fenómeno ocurrió a una distancia muy corta del área perceptible en la capital, por lo que el tiempo entre la detección del sismo y el avance del movimiento fue de solo unos segundos”.

Es decir –se agregó en el comunicado- que “en estos casos el sistema no logra emitir un aviso previo antes de que se empiece a sentir el sismo, ya que requiere al menos 5 segundos para analizar y emitir la señal de alerta. Este comportamiento es esperado y normal en eventos sísmicos cercanos y de magnitudes fuertes”.

Por lo tanto, dijeron, “si el epicentro se hubiera localizado más lejos, por ejemplo en zonas costeras, el Sistema sí habría tenido tiempo suficiente para emitir la alerta antes de que el sismo fuera perceptible en la capital.