Se implementó un operativo de máxima seguridad desde el primer minuto seguido al anuncio de la muerte del Papa Francisco en el Vaticano, la noche del domingo en aquel rincón del mundo. Ese ambiente privará aún hasta el sábado 26 de abril, cuando se lleve a cabo el funeral, como marca el rito de la Iglesia Católica para estos casos, y en las 48 horas posteriores, hasta que los jefes de Estado de acudan se retiren del que ya es el sitio más vigilado del mundo.
El Vaticano espera que acudan el sábado entre 200 mil y 250 mil fieles de todas partes del mundo, así como numerosos jefes de Estado, entre los que no estará la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien anunció que enviaría en su representación a la titular de la Secretaría de Gobernador, Rosa Icela Rodríguez.
Está decretada además una zona de exclusión aérea, con un despliegue de 4 mil policías locales, el sobrevuelo de drones, implementación de un cerco con detectores de metales, una unidad de francotiradores, unidades caninas, así como una gran cantidad de agentes de seguridad extranjeros acreditados, que pertenecen a cada uno de los jefes de Estado que acudirán a despedir al Papa Francisco.
A decir de Infobaeo, “unos 2 mil carabineros -policía militarizada-, así como agentes de la Policía de Estado y Guardia de Finanzas, ya han sido desplegados”, citando al Ministerio del Interior. “También hay cientos de agentes y patrullas de la Policía local de Roma, que ampliarán su presencia hasta 2 mil efectivos entre el viernes 25 y sábado 26 de abril”.
El operativo de seguridad en el Vaticano se intensificará a medida que se acerque la cuenta atrás al funeral, especialmente por el arribo de delegaciones de unos 170 países que incluirán al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre muchos otros.